Phomosis en coníferas - Síntomas y tratamientos

La intención de este trabajo es explicar de forma breve y sencilla, sin tecnicismos, una de las enfermedades que afectan a nuestras sabinas, es de muy rápida propagación y tiene efectos devastadores, pero también es fácil de erradicar.
Los tratamientos deben ser constantes y se debe ser cuidadoso, la utilización de fitosanitarios con alegría solo genera daños al medio ambiente, a nosotros mismos y acabaremos generando cepas de patógenos resistentes a dichos tratamientos.



Tratamos aquí varias patologías, phomopsis, phoma, Phomopsis Juniperivora, diplodia, kebatina y Kebatina juniperi, diferenciadas  como patologias, pero que causan las mismas sintomatologías en juniperus sp. siendo esta última kebatina la que afecta más a J communis.
Decir también que otras especies se ven afectadas por estos patógenos, olea, Arbutus, Quercus, etc.
Prestaremos especial atención a esta afectación, ya que causa importantes daños en las colecciones de bonsáis y su diagnostico no siendo difícil, causa controversia entre los aficionados ya que en algunos casos no se trata de phomopsis si no de Kebatina juniperi,.

Esta sintomatología se ha encontrado con mayor profusión en los Bosques del Mormejar entre Zaorejas y Peñalén (Guadalajara), entre Castillo de Bayuela y El Real de San Vicente (Toledo) y en Paracuellos de la Vega, Almodóvar del Pinar, Campillo de Altobuey, La Ventosa y Cuevas de Velasco (Cuenca).

Phomopsis juniperivora se ha encontrado con mayor profusión en los montes del Sistema Ibérico y cuenca, pudiéndose encontrar las dos afectaciones acompañadas de Gymnosporangium junípera.

Esto nos hace pensar que la extracción de pies y su posterior dispersión por la península y las islas, ha potenciado la expansión de estos patógenos, trasladándolos del medio natural a las colecciones de bonsái.

Afecta a diversas especies de Juniperus, sobre todo a Juniperus sabina  y Juniperus communis, pero puede afectar también a un amplio rango de coníferas: Chamaecyparis spp, Cupressus spp., etc.

La sintomatología es la siguiente:  en la fase inicial se produce un cambio del verde al amarillo, posteriormente se produce la marchitez y el cambio de color a marrón de los brotes y muerte de estos por la base de las ramas, la enfermedad aparece primero salpicada por la copa, con hojas cloróticas y amarillentas y luego pardo rojizas,que se van presentando a medida que el hongo avanza hacia el xilema.

Los síntomas se van extendiendo hacia abajo, hasta las ramas y el tronco donde forma chancros perennes, unos abultamientos más o menos redondos. Los daños son el resultado del anillamiento que provocan estos últimos. La progresión hacia el tronco puede ocasionar finalmente en casos graves la muerte del pie.

Este patógeno utiliza los cortes y heridas naturales para infectar a su huésped, su dispersión se ve favorecida por las salpicaduras producidas por el riego, siendo esto especialmente peligroso, dado que las sabinas y enebros agradecen que humedezcamos las hojas. Se muestra muy efectivo después de trabajar con tijera un Juniperus la utilización de Metil-tiofanato (Pelt 50SC). Últimas pruebas han demostrado también la eficacia de Lombrico Escudo, siendo este último respetuoso con el medio y procediéndose a la aplicación vía foliar.



Control de la phomosis

Como siempre los métodos culturales, son efectivos en cuanto a prevención por eso se recomienda la utilización en otoño  de oxicloruro de cobre.

En cuanto a los tratamientos químicos la utilización de Metil-tiofanato, después de los trabajos de poda es efectiva.

En fases tanto  iniciales como de enfermedad grave, la mezcla de Mancozeb, Ciproconazol y Tebuconazol  o también la marca comercial de Bayer Previcur Energy (propamocarb + fosetil-al) se muestra efectiva para erradicar las infecciones provocadas por Phomopsis.

El uso de estas materias activas se debe alternar, realizando una aplicación cada 15 días y utilizando (primer tratamiento Mancozeb, segundo Ciproconazol y tercero Tebuconazol, y volver a repetir el tratamiento en el mismo orden, el utilizar primero uno u otro no influye, pero si es importante utilizar los tres, durante noventa días.
 
En las siguientes imágenes podéis ver Juníperus communis y Juniperus sabinas  ya recuperados, la aplicación de aminoácidos o extracto de algas las ayuda mucho.
Vía: lolibonsai.com

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